Las plantas interaccionan con su medio, desarrollando toda una serie de mecanismos adaptativos fuertemente condicionados por su estilo de vida inmóvil. Esta característica esencial obliga a la planta a desarrollar un metabolismo especial denominado metabolismo secundario, que produce toda una serie de moléculas especializadas para mejorar la adaptación al medio en el que viven, facilitando la vida de la planta. Muchas de estas moléculas tienen la función de proteger a la planta frente a distintos tipos de agresiones bióticas (infecciones de distinta naturaleza) o frente a situaciones ambientales adversas (falta de agua, frió, exceso de calor etc.). Muchas de estas moléculas son extraordinariamente útiles para la humanidad (por ejemplo medicamentos o vitaminas). Uno de los objetivos fundamentales del grupo es mejorar la producción de estas moléculas y conseguir alimentos con mejores propiedades nutritivas.
También como consecuencia de su inmovilidad, las plantas alteran fuertemente el sustrato en el que se desarrollan durante toda su vida. Esta alteración afecta al microbioma que se desarrolla en el suelo y que es el responsable directo de su fertilidad y conservación. Los microorganismos ocupan desde hace millones de años (antes de que aparecieran las plantas) los ecosistemas que ahora comparten. Como resultado de esta convivencia, las plantas han integrado como parte de ellas mismas a los microorganismos que habitan alrededor de sus raíces y su supervivencia y productividad depende en gran medida de ellos. Por tanto, conservar la biodiversidad microbiana del suelo y controlar su interacción con la planta puede ayudarnos a mejorar aspectos cuantitativos y cualitativos de los cultivos, así como mantener la capacidad productiva de los suelos.
En resumen, la hipótesis de trabajo sobre la que se definen los objetivos de investigación del grupo “Biotecnología de la Interacción planta-microbioma” se basa en el desarrollo de procedimientos biotecnológicos sobre la interacción planta-microbioma para modificar el metabolismo de las plantas con distintos fines: mejorar la capacidad productiva, incrementar sus propiedades nutricionales de cara a mejorar la salud humana, y potenciar su capacidad defensiva contribuyendo a una producción sostenible conservando los recursos productivos de los ecosistemas terrestres.